Las láminas solares son excelentes para proteger el interior del hogar de los rayos UV. Incluso para evitar la gran acumulación de calor funcionan muy bien. Sin duda, son una gran compra, pero, tristemente, no duran toda la vida. Al igual que todos los demás objetos del hogar, tienen un tiempo de vida útil.

Por ello, pasado ese tiempo puedes empezar a notar que la lámina está floja o que se comenzó a romper. Esto es señal de que debes retirarla de tu ventana, pues ya no estaría cumpliendo bien su función. Si eso te sucede a ti, debes aprender cómo retirar las láminas solares viejas.

¿Cuánto tiempo pueden durar las láminas solares?

El tiempo de vida útil de una lámina solar depende de varios factores que entran en juego. En primer lugar, está la calidad de la lámina en cuestión. No es novedad que todo tipo de producto, según su marca, es de mejor o peor calidad.

Aunado a la calidad, está la ubicación geográfica y climática del lugar en el que vivas. Por ejemplo, si no tienes ningún tipo de árbol que haga sombra y siempre hace mucho sol, esto interfiere. Lo mismo en el caso inverso, en los hogares en los que se acumula demasiada humedad.

Todos estos factores intervienen de manera directa en el tiempo que puede durar en buen estado una lámina solar. No obstante, el estimado siempre suele ser de cinco a seis años. Según los factores que presentes en tu hogar, puede ser un poco más o un poco menos de tiempo.

¿Cómo se deben retirar las láminas solares viejas?

Ahora bien, si notas que tu lámina comienza a estar en mal estado, sabrás que es momento de cambiarla. Es aquí cuando entra la duda de cómo se deben retirar las láminas solares viejas. Pero no te preocupes, justamente te estaremos explicando eso a continuación.

Con la ayuda de una rasqueta

Si la lámina ya está despegada por varios lados o está rota en algunas zonas, puedes retirarla con la ayuda de una rasqueta. Con ella comenzarás a raspar la lámina para irla retirando poco a poco. Ve desde las zonas en las que ya está despegada para que te sea más sencillo.

Retira primero pedazos grandes de la lámina y luego ve por los más pequeños. La rasqueta te permitirá eliminar en su totalidad los trozos de lámina que queden en la ventana.

Si eliges hacer esto en un día soleado, puede que se te haga mucho más sencillo. Aquí también descubrirás la calidad de la lámina en cuestión. Pues hay veces en las que la puedes retirar con las manos solamente. Lo cual habla de una muy mala calidad.

Hazlo más rápido con un secador

Ahora bien, si la lámina resulta haber sido de una muy buena calidad, es posible que te cueste quitarla con la raqueta. Quizás se vea un poco despegada de los bordes. Pero puede suceder que cuando te acerques al centro, allí sí esté muy bien pegada.

En estos casos, quizás la rasqueta por sí sola sea inútil. Es entonces cuando puedes ayudarte con un aparato que de seguro tienes en tu hogar. Se trata de utilizar un secador de cabello.

Coloca el secador a funcionar en su máxima potencia frente a la lámina. El calor en extremo hará que ella se vaya despegando con mayor facilidad. Mientras más tiempo dejes que el secador haga su función, mucho más sencillo será para ti retirarla.

Limpia con un quitador de adhesivo

Cuando termines tu trabajo, de seguro que quedará una buena porción de adhesivo todavía en la ventana. Esto, obviamente, hay que quitarlo y para eso necesitarás de un quitador de adhesivo.

Se trata de una solución química que te permitirá quitar todo el adhesivo sin dejar rastro del mismo. Claro está, no lo utilizarás puro, lo ideal es mezclar 100 ml del quitador en 5 litros de agua.

La mezcla que obtengas la debes colocar un pulverizador para rociar por completo la ventana hasta que esté bien empapada. Luego, volverás a utilizar la rasqueta para retirar el adhesivo que ahora estará suelto. De esa manera dejarás lo más limpia posible tu ventana.

Una vez retirada la lámina antigua puedes proceder a instalar una nueva con nuestra guía de cómo instalar láminas solares en ventanas