Cuando se trata de eficiencia energética, hay elementos fundamentales cuya influencia no se puede dejar de lado en una edificación. Uno de los principales protagonistas es el cristal o vidrio, y se debe tener en cuenta todo lo que puede implicar en el consumo, así como maneras de hacerlo más eficiente. 

Los cristales son uno de los principales factores por los que un edificio puede comportar un menor o mayor gasto en electricidad. Esto está referido al uso o consumo de aire acondicionado y/o calefacción, sobre todo relacionado con el aislamiento.

Un vidrio puede tener diferentes efectos que variarán con la temperatura y que modularán en cierto grado la eficiencia de la estancia y edificio en el que esté instalado. Estos efectos cobrarán importancia dependiendo de la estación del año:

  • Verano: Efecto invernadero causado por el cristal, que aumenta la temperatura interior y que debe ser compensada mediante sistemas de climatización.
  • Invierno: Escape del calor a través de los cristales, lo que hace incrementar el consumo de energía para mantener la temperatura en el interior.

Cómo mejorar la eficiencia energética del acristalamiento de un edificio

La disminución en eficiencia que puede suponer un cristal gestionado de forma incorrecta no solo aumenta el consumo, sino también implica un mayor impacto medioambiental. Por eso, es vital contemplar maneras de mejorar las propiedades del cristal, con el fin de convertirlo en un elemento mucho más aislante, tanto energética como visualmente.

Algunas de las posibles soluciones que se pueden proponer para mejorar el aislamiento en este aspecto son:

  • Uso de estrategias que faciliten la refrigeración o calentamiento de la estancia, aprovechando el momento idóneo del día. Esto varía según la época del año y la necesidad correspondiente: 
    • Gestión óptima de la temperatura en los sistemas de climatización.
    • Apertura/cierre de ventanas en momentos de más calor/frío del día según convenga, para compensar los extremos de temperatura a lo largo del día.
  • Añadido de otros elementos que faciliten el aislamiento térmico:
    • Cortinas
    • Persianas.
  • Sellado de conductos o juntas por las que puede estar escapándose el calor.
  • Reducción de humedad en la estancia, controlándola y poniendo en marcha un deshumidificador (o ventilando) cuando sea necesario. Al bajar la humedad puede disminuir también la sensación de calor. 
  • Invertir en el cambio de los cristales por otros que tengan un mayor grosor y una cámara de aire incorporada, que mejorará el aislamiento.

No obstante, estas no son las únicas estrategias que se pueden aplicar para mejorar la eficiencia, (ni tampoco las más económicas, en algunos casos). Hay otra opción que las empresas están descubriendo hoy en día, y que cada vez se utiliza más…

Las láminas solares como refuerzo en los cristales y en el consumo energético

Además de cualquier mejora o estrategia, también existe una opción que hoy en día todavía no es muy conocida, pero que podría suponer una solución como añadido que aporte aún más eficacia en el cristal: las láminas solares.

Las láminas SolarZone son una de las medidas de ahorro energético más sencillas de implementar en cualquier edificio y con excelentes resultados desde el primer día. Esta es una mejora contemplada en certificaciones como la LEED o en ayudas para la rehabilitación de edificios. Se puede ver a través de sus ventajas:

  • Reducción de hasta un 99% en la exposición a los rayos ultravioleta, disminuyendo así el impacto que tiene el sol en los interiores.
  • Aumento de la privacidad en el interior, gracias a diferentes opacidades disponibles, sin necesidad de cambiar el cristal.
  • Reducción del deslumbramiento, lo que puede mejorar la productividad y bienestar en la oficina.
  • Alargamiento de la vida útil de los sistemas de climatización, al ser utilizados con menor frecuencia y potencia.
  • En algunas variantes como las láminas de seguridad además también supone una protección añadida, valiosa sobre todo en comercios que están expuestos a pie de calle. 

El cristal es un material que cobra mucho protagonismo en la eficiencia energética de muchos de los edificios tanto comerciales como residenciales. Es por eso mismo que cabe recalcar la importancia de aplicar medidas que mejoren no solo el ahorro en climatización sino también el bienestar de aquellas personas que deben convivir dentro de estas estancias. Las láminas de control solar son otra opción más, que puede resultar interesante contemplar.